viernes, 18 de octubre de 2013

La fuerza de los mitos ancestrales


La fuerza de los mitos ancestrales

 

-          Los mitos y las tradiciones antiguas dan vida y fuerza a los pueblos indígenas, dicen en el segundo día del VII Encuentro Continental de Teología India.

-          No hay contradicción entre el evangelio de Jesucristo y la sabiduría de los pueblos originarios de América Latina, afirman.

 

¿De dónde viene la fuerza de la resistencia de los pueblos indígenas? ¿Cómo han podido, durante más de 500 años, conservar su integridad y su energía? El secreto de la permanencia, de la generosidad y esperanza incólume de estos pueblos se encuentra en el espíritu que los mueve, en las palabras de sus mayores, en los mitos de sus antepasados.

 

Por eso el segundo día del VII Encuentro Continental de Teología India ha sido dedicado a la reflexión sobre los relatos, mitos y tradiciones que sostienen la esperanza de los pueblos. Desde muy temprano, los más de trescientos participantes en el Encuentro, después de la oración preparada por la región mesoamericana y de haber ofrecido a Dios, corazón del cielo y corazón de la tierra, los trabajos del día, se reunieron por regiones para beber del pozo de la sabiduría de sus antepasados.

 

Estuvieron orientados por dos indicaciones: compartir los mitos, relatos e historias que expresen la memoria y el contenido del buen vivir en sus pueblos y explicar cómo los mitos, los relatos, la memoria histórica ancestral y los textos bíblicos los ayudan a interpretar la realidad analizada.

 

Los relatos míticos o relatos de origen son una constante en todos los pueblos de la tierra. Intentan dar respuesta a algunas de las preguntas fundamentales que los pueblos se hacen: quiénes somos, de dónde venimos, por qué hay enfermedad, como vivir la vida, cómo alcanzar sabiduría… En el caso de la segunda jornada del VII Encuentro Continental de Teología India la insistencia fue que los participantes se hundieran en el pozo de sabiduría ancestral de sus pueblos para encontrar mitos que fundamentaran o expresaran la manera como cada una de las culturas participantes entiende el buen vivir.

 

La cosecha fue abundante. Cada región participante tuvo que elegir entre muchos mitos que fueron puestos en común en los grupos. A la hora del plenario, los mitos se compartieron con toda la asamblea de manera creativa. La región del Cono Sur presentó la tradición que rodea la muerte de un Lenko, o dirigente principal de los mapuches. La región de la Amazonía compartió y representó el mito del pueblo Mepengocré, del Paraguay, sobre una familia de tigres y gatos que se cuidan entre ellos. La región andina compartió el recuerdo histórico de Tupac Amaru y el mito de Mama Nina, una anciana que velaba por sus nietos huérfanos y que supo conjuntar todas las fuerzas de la naturaleza para vencer a un extranjero acaparador. La región Caribe representó el mito de la hormiga Maraisa propio de los guaraos, un pueblo que vive a las orillas del Orinoco, en Venezuela. La delegación de la Confederación Latinoamericana de Iglesias (CLAI) presentó el mito de la creación del ser humano a partir de maíces de diferentes colores, tal como se conserva en Imbabura y Saraburu, como signo de la bendición de la diversidad. Finalmente, la región centroamericana representó el mito tseltal de Manujel, el pobrecito caminante que hace el bien y recibe persecución debido a su actuar.

 

Las reflexiones que fueron surgiendo en la interpretación de los mitos enriquecieron a los más de trescientos participantes al Encuentro. Los relatos antiguos compartidos fueron testimonios concretos de cómo los pueblos indígenas han sabido conservar su identidad y cómo, desde las entrañas mismas de la sabiduría indígena, se vislumbra un proyecto de buen vivir que implica respeto de las diversidades, tenacidad en la lucha por el bien, ánimo en medio de las dificultades, serenidad para enfrentar las amenazas y necesidad de trabajo y entrega para que el buen vivir pase de la utopía al diario vivir de los pueblos.

 

Para cerrar el día vino la palabra iluminadora de los asesores. El teólogo evangélico zapoteca, Lázaro Gómez, comentó el sentido del tiempo en las culturas indígenas y animó a los participantes a vivir en un hoy transformador. El biblista Raúl Lugo compartió algunas características del Reino de Dios en los evangelios que aparecen en admirable sintonía con las más antiguas tradiciones indígenas.

 

Finalizó la jornada con una cena festival que cada parroquia anfitriona ofreció a sus huéspedes. Con alegría los participantes del Encuentro, cada grupo en la parroquia donde fueron hospedados, compartieron el pan y la fiesta con las familias que generosamente los recibieron como huéspedes.

 

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